lunes, 15 de junio de 2015

Una columna editorial

El nuevo Alcalde
Febrero 1º de 1967
Diario del Caribe



En la columna editorial de 1º de febrero de 1967 del Diario del Caribe, dirigido entonces por Alvaro Cepeda Samudio, el señor Jaime Held, conservador, que fuera presidente del Consejo de Barranquilla en 1963, escribió lo siguiente:

"Se nos dice, en determinados ensayos sobre administración pública, que ni la filología que entusiasma a los eruditos, ni la teología que hace furor cuando de querellas religiosas se trata, como en el caso de Donmatías, son suficientes para demostrar el tinoso escogimiento de un alcalde. Los colombianos nos hemos acostumbrado a ver en el alcalde a la víctima propiciatoria de los componentes de los consejos (sic) municipales.A estos se les da el carácter de parlamentos, lo mismo que a las asambleas, y no sorprende que se atrevan tales corporaciones a aprobar votos de censura a los jefes de las administraciones seccional y municipal. Esto nos lleva a establecer que prácticamente no existe conexión administrativa, en beneficio del municipio, entre el alcalde y los miembros de determinado consejo (sic) municipal" [...]

"...entramos a registrar el acierto del gobernador Carbonell al designar para alcalde de Barranquilla al doctor Adalberto Reyes Olivares. Se trata de un hombre perteneciente a una familia de hombres honestos y acostumbrados a las luchas que depara la vida permanentemente. [...] Dentro de ese recorrido de honestidad y hombría de bien, el joven estudiante Reyes Olivares adelantó sus estudios en Bogotá y se hizo respetar por su juicio. Quien sabe si cabría bien decirle que le nació el juicio antes que el bozo."

"[...] Reyes Olivares no ha necesitado de "salvavidas" para abrirse paso en su profesión y quizás por eso es poco lo que ha figurado en política, contando con la trayectoria liberal de sus antepasados. De manera que es liberal de los que no se sometieron a los caprichos del cacique y abogado que conoce la ciencia de instruir, para no recurrir a las componentes (sic) con el elemento que ha que de fallar la controversia".

"Quien cuenta con esos antecedentes de honestidad, puede despertar recelos entre los gobernados? Nosotros contestamos en forma negativa, porque conocemos al nuevo alcalde de Barranquilla. Es un abogado que no necesita de consejeros versados en las triquiñuelas y menos de los recursos de recibir para conceder. De manera que el doctor Reyes Olivares es y no estamos equivocados, el alcalde que requiere Barranquilla".

Es claro que lo era, pero la primera acción del alcalde de la Barranquilla de esa época tenía que ser el rescate de la autoridad del alcalde, que venía siendo minada por el concejo municipal.

En febrero de 1967 una comisión del Seminario de Alcaldes reunido en Bogotá, le expuso al Ministro de Gobierno de entonces, Misael Pastrana Borrero, la urgente necesidad de que el Gobierno Nacional  adoptase "medidas tendientes a establecer la integración de competencias en la Administración Municipal para que así la acción del Ejecutivo Municipal no se vea interferida por los concejos".

Según reportó la prensa, el alcalde Reyes Olivares dijo: "tuve oportunidad de explicarle al Ministro la situación existente en Barranquilla", aludiendo a "la serie de trabas que el Legislativo ha colocado en distintos departamentos seccionales. 

Tan cierta era esta situación, que el gobernador Carbonell, en mensaje dirigido a El Espectador, reconoció que "en Barranquilla existen nueve juntas municipales que hanle sustraído al alcalde toda posibilidad [de] hacer un buen gobierno [...] Gobernadores y alcaldes tienen toda la responsabilidad de administración pública pero esas facultades ejecutivas vienen siendo sistemáticamente erosionadas por asambleas y concejos. Resolver problemas propios [de la ] administración es relativamente fácil, pero desenredar diariamente los absurdos que producen estas corporaciones es verdaderamente difícil [...] Esta situación anormal e inconveniente debe hacer crisis cuanto antes".



(Notas de prensa tomadas del Archivo Histórico del Departamento del Atlántico)

La ansiada reforma del régimen municipal vendría, pero mucho más tarde.